Partiendo de la misión de San Ignacio de Kadakaaman en Baja California Sur, el padre jesuita Fernando Consag fundó la misión en 1751 e inició la evangelización de los cochimíes de la zona (una etnia ahora extinto en gran parte por causa del sistema misional). Posteriormente, el padre Rentz ayudó a la construcción de la misión que en sus tiempos era de adobe.
Antes de llegar a la misión se encuentra un oasis, que sirvió en su momento para mantener la producción agrícola de la misión y hoy abastece de agua a los pocos habitantes de esta zona, conocida desde tiempos del padre Consag como La Piedad.
1. Al estar orientada hacia el este, si la intención es hacer fotografías de la fachada vale la pena estar en la misión al amanecer, cuando la luz del sol da tonos particularmente atractivos en los muros de piedra.
2. Durante la tarde, el campanario se ilumina de manera bastante atractiva por lo que podría plantearse un día entero para esta región. Visitar muy temprano la misión, ir a las pinturas rupestres y alcanzar el golfo de California para gastar el día y regresar por la tarde para hacer fotos del campanario y el bosque de cardones del camino de regreso.
4. Cerca del sitio misional están las pinturas rupuestres de estilo Gran Mural de la Mesa del Carmen (como las de San Francisco de la Sierra en Baja California Sur, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO). Desafortunadamente, me enteré de ello regresando de mi visita a este recóndito tesoro bajocaliforniano. De su ubicación exacta no puedo decir nada, pero seguramente las familias que cuidan la misión podrán dar mayor información. Recordemos que tanto la misión como las pinturas rupestres son patrimonio de todos y hago una invitación a respetar el derecho de gozo a las futuras generaciones. Las recomendaciones son simples: no usar flash (de no llevar tripié súbele el ISO a tu cámara) y está por demás pedir que no se alteres las pinturas.